Antes de definir el
proceso más adecuado para el control de roedores, nuestros técnicos realizan
una minuciosa inspección inicial, en la cual se consideran los siguientes
aspectos:
Grado de
contaminación del lugar
Focos de infección
Materiales que corran
riesgo de infestación
Posibles rutas de
circulación de los roedores
Accesos declarados o
potenciales de las ratas en el ambiente a tratar
Luego, se realizará
un exhaustivo análisis de accesos. Dependiendo de las características del lugar
y de la especie, los roedores ingresarán y se instalarán o simplemente
accederán temporalmente en busca de alimentos para luego retirarse a sus
madrigueras.
En ambos casos, es
común que edificios linderos o cercanos sufran una infestación de roedores y no
se efectúe allí ningún tipo de desratizacion. Por esta razón y para obtener
resultados efectivos, surge la impostergable necesidad de acompañar las
acciones con los adecuados cerramientos sugeridos por ENTOLUX.
También es de vital
importancia conocer el grado de infestación de la zona: si hay muchos roedores
en el vecindario, las medidas a tomar (exclusiones, procesos, número de
operativos, etcétera) serán, en consecuencia, de mayor magnitud.
Como resumen a lo
descripto se desprende que los tipos de procesos a implementar dependerán de
las condiciones físicas y de seguridad disponibles. Por regla general, la
desratizacion se basa en la captura o eliminación de los roedores por
atracción. A dicha atracción se la denomina cebado y puede consistir en los
siguientes procedimientos:
Cebos rodenticidas:
formulaciones sólidas aplicadas en estaciones portacebo, tubos o bandejas
testigo dependiendo de la instalación a tratar; un control de roedores seguro
para todos, excepto para las
plagas.
Medios mecánicos:
jaulas rodenticidas y trampas.
Medios adhesivos:
estaciones preparadas con pegamentos especiales que contienen sustancias
tóxicas para los roedores.